En su transición a combustibles alternos, BMW decidió explorar el camino del hidrógeno, y el modelo designado para ello fue la BMW X5, un proyecto el cual inició con un concepto hace 4 años, motivo por el cual la BMW iX5 Hydrogen está montada en una versión 2019 y no en la recientemente anunciada 2024.
La producción de la BMW iX5 Hydrogen estará limitada inicialmente a no más de 100 unidades las cuales no estarán destinadas hacia la comercialización, en su lugar serán utilizadas como modelos de demostración y ensayo para diversos grupos a nivel mundial.
La iX5 utiliza un sistema de pilas de combustible de alta eficiencia en la cual se produce una reacción química entre el hidrógeno gaseoso de los depósitos y el oxígeno del aire. Además, la marca bávara ha implementado componentes especiales de hidrógeno como el compresor de alta velocidad con turbina y la bomba de refrigerante de alto voltaje. Estas pilas de combustible utilizadas por BMW las adquieren de Toyota Motor Corporation, esto debido a la relación y colaboración existente entre las marcas desde 2013.
Junto al sistema de pilas de combustible de alta eficiencia, actúa el sistema BMW eDrive de quinta generación compuesto por el motor eléctrico, la transmisión y la electrónica de potencia posicionados sobre el eje trasero que en conjunto con la batería de potencia con tecnología de iones de litio genera una potencia máxima total de 295 kW / 401 CV, de los cuales 125 kW / 170 CV corresponden al sistema de pila de combustible y 170 kW / 231 CV a la batería con tecnología de iones de litio. Gracias a este sistema de propulsión, la BMW iX5 logra una aceleración de 0 a 100 Km/h en menos de 6 segundos y alcanza una velocidad máxima superior a los 180 Km/h.
El deposito de la BMW iX5 Hydrogen que alimenta a la pila de combustible se compone de dos contenedores de 700 bares fabricados en plástico reforzado con fibra de carbono capaces de contener 6 kilogramos de hidrógeno, suficientes para alcanzar una autonomía aproximada de 504 kilómetros y lograr un consumo de hidrógeno de 1,19 kg/100 km en el ciclo WLTP. Uno de los varios beneficios de un carro propulsado por hidrógeno es el tiempo que toma repostar “el tanque”, pues llenar los depósitos de hidrógeno sólo lleva entre tres y cuatro minutos.
El Grupo BMW considera la tecnología FCEV expresamente como un complemento potencial de la tecnología de propulsión utilizada por los vehículos eléctricos de batería.
